- ¿Qué te pasa Will? - Le preguntó James, su amigo.
- Nada... - Le contestó él. Aunque era evidente su mentira.
- Vamos Will, a mí no me engañás. - James lo conocía bien como para saber en qué preciso momento Will quería engañarlo: cuando miraba la nada, frcía el ceño o simplemente su tono de voz lo revelaba al instante. - ¿Qué te pasa? No estarás así pore ellos otra vez... ¿verdad?
- ¿Quienes? ¿Alison y Greg? - Ya se había mandado al frente solo.
- Sí, ellos mismos.
- ¿Yo? ¿Así por esos dos? ¡Por favor, James! No vale la pena.
Y la verdad que no lo valía. William tenía a uno de sus viejos amigos y compañeros de vida, Greg, y había estado saliendo con Alison durante 5 meses, y ahora nada le quedaba. 'Son perfectos' les decían los de su alrededor cuando salían juntos, pero Will nunca comprendía por qué cada vez que se lo decían y él agradecía, al darse vuelta Alison se sonrojaba y los demás se reían. Ahora entendía el por qué.
Alison había estando engañándolo con Greg desde el poco tiempo que salían. Cuando Will lo descubrió, casi comete un homicidio. ¿Cómo iba a imaginarse que Gregory, su amigo, el de siempre iba a meterse con la chica de sus sueños? Y ahora mas bien que sueños, eran pesadillas.
Sí, afrontar la realidad para Will era duro, pero no tenía otra alternativa.
Al recordar esas cosas, aWill, que estaba sentrado en un banco de su plaaz favorita, a la que siempre iba con Alison, le comenzaron a brotar las lágrimas de sus grandes ojos cafés, pero no eran de tristeza.
- Y ahora, Will... ¿qué pensás hacer?- le cuestionó James, preocupado por el agua que recorría su cara y al ver las marcadas venas en su brazo robusto con el puño cerrado. Will levantó la vista y abrió los ojos con mirada imponente y una sonrisa maliciosa.
- Qué voy a hacer? ... esperar el momento oportuno, James, sólo esperar el momento...